LAS ALERGIAS, UN PROBLEMA CADA VEZ MÁS FRECUENTE
Las enfermedades alérgicas aumentan cada año y todo indica que así va a seguir, ya que los inviernos más suaves, el efecto invernadero de las ciudades y la contaminación ambiental favorecen que aumente la concentración atmosférica de pólenes y el número de insectos y de hongos. Hablamos de alergia primaveral cuando la presentación de las reacciones alérgicas se da en primavera, siendo los pólenes uno de los grupos de alérgenos más frecuentes.
¡¡LOS ALÉRGENOS NOS TIENEN RODEADOS!!
Los alérgenos son sustancias ampliamente difundidas en el medio ambiente que son inocuas para la mayoría de las personas y que, sin embargo, desencadenan una reacción (la reacción alérgica) en las personas sensibilizadas a ellos. Los alérgenos son muchos y diferentes:
- Alérgenos inhalados, causantes de las alergias respiratorias. Pólenes de plantas, ácaros del polvo doméstico, pelo de animales y alérgenos profesionales (harinas, madera…)
- Alimentos como la leche de vaca, la clara de huevo, los mariscos, el pescado y los frutos secos. Cursan con trastornos gastrointestinales, aunque también con urticaria o, incluso, asma.
- Algunos medicamentos.
- Sustancias como detergentes, ciertos metales (níquel, cromo), látex… pueden producir dermatitis alérgicas o de contacto.
- Otros: venenos de insectos… al inocularlos mediante su picadura.
La mejor medida para evitar las reacciones alérgicas, aunque no siempre es posible, es evitar el contacto directo con los alérgenos.
LA ALERGIA LIMITA TU CALIDAD DE VIDA ¡REBÉLATE!
La primera vez que una persona entra en contacto con un alérgeno, se sensibiliza a él y produce una serie de anticuerpos específicos (tipo inmunoglobulina E, Ig E) contra los antígenos de ese alérgeno. Cuando se vuelve a tener contacto con el alérgeno, se liberan mediadores químicos celulares con propiedades alérgicas e inflamatorias: histamina, leucotrienos, prostaglandinas, interleucinas…
La liberación de todos estos mediadores origina distintos síntomas según sea la zona afectada: rinitis y conjuntivitis que cursan con estornudos, goteo nasal, picor de ojos, lagrimeo, ojos rojos…; asma, tos, edema de glotis, dermatitis atópica, urticaria, dolor abdominal, diarrea… Estos síntomas molestos e incómodos suponen una limitación y una disminución de la calidad de vida.